En un intenso y ajustado partido Chile se coronó, por primera vez en su historia, como campeón de América tras superar a la Argentina de Messi en tanda de penales (4-1), luego de empatar 0-0 en el tiempo regular y en el alargue.
Por el lado de Chile el partido fue como se anticipaba. Con la iniciativa y la convicción de buscar el triunfo haciendo buen fútbol. Por el lado de Argentina el juego de posesión y control nunca logró asentarse, más que por no intentarlo, por la asfixiante presión de Chile que siempre intentó recuperar la pelota con presión alta.
Sin embargo Argentina se dio maña para generar dos ocasiones clarísimas en el primer tiempo. La figura de Claudio Bravo evitó que marcara Aguero con un cabezazo a quema ropa y sobre el final le atajó un tiro frontal a Lavezzi. Por su lado Chile, tuvo en los pies de Valdivia, Vidal y Vargas ocasiones claras para plasmar en el marcador el dominio y la presión que el equipo de Sampaoli ejercia en un estadio Nacional a tope.
En suma Chile nunca dejó de ir a buscar y Argentina se fue conformando, se fue quedando sin respuestas. Cambios que solo remplazaron nombres no pudieron darle algo más a una selección que inexplicablemente desperdició a Carlos Tevez en los últimos 2 partidos de la Copa.
La roja presionaba y tuvo en los pies de Alexis Sanchez la más clara del segundo tiempo pero el remate cruzado se fue ancho cuando ya quedaba muy poco. Pero como el fútbol tiene esos desenlaces inesperados, la final paralizó el estadio Nacional en el último minuto del tiempo regular con un mortal contragolpe de Argentina que de milagro no terminó en gol de Higuaín tras jugada de Messi. Jugadores en el suelo tras la jugada que rompía la sequía de 22 años sin títulos para los trasandinos.
El alargue mantuvo la tónica de partido apretado con Chile presionando sin conseguir el gol. Argentina resistía y un error de Mascherano casi permite a Alexis desnivelar después de una tremenda corrida. Los penales serían el cierre de infarto para una final inolvidable.
Fernández, Vidal, Aranguiz y Alexis Sánchez marcaron para Chile con notable determinación. Higuaín y Banega (atajada de Bravo) fallaron para Argentina.
Chile rompe a lo grande el estigma de no tener títulos a nivel de selecciones, consagrándose ante los subcampeones del mundo, frente al mejor jugador del mundo y rompiendo la historia como nuevo campeón de América. Un justo campeón que corona con un título la generación dorada del fútbol chileno.
Por el lado de Chile el partido fue como se anticipaba. Con la iniciativa y la convicción de buscar el triunfo haciendo buen fútbol. Por el lado de Argentina el juego de posesión y control nunca logró asentarse, más que por no intentarlo, por la asfixiante presión de Chile que siempre intentó recuperar la pelota con presión alta.
Sin embargo Argentina se dio maña para generar dos ocasiones clarísimas en el primer tiempo. La figura de Claudio Bravo evitó que marcara Aguero con un cabezazo a quema ropa y sobre el final le atajó un tiro frontal a Lavezzi. Por su lado Chile, tuvo en los pies de Valdivia, Vidal y Vargas ocasiones claras para plasmar en el marcador el dominio y la presión que el equipo de Sampaoli ejercia en un estadio Nacional a tope.
En suma Chile nunca dejó de ir a buscar y Argentina se fue conformando, se fue quedando sin respuestas. Cambios que solo remplazaron nombres no pudieron darle algo más a una selección que inexplicablemente desperdició a Carlos Tevez en los últimos 2 partidos de la Copa.
La roja presionaba y tuvo en los pies de Alexis Sanchez la más clara del segundo tiempo pero el remate cruzado se fue ancho cuando ya quedaba muy poco. Pero como el fútbol tiene esos desenlaces inesperados, la final paralizó el estadio Nacional en el último minuto del tiempo regular con un mortal contragolpe de Argentina que de milagro no terminó en gol de Higuaín tras jugada de Messi. Jugadores en el suelo tras la jugada que rompía la sequía de 22 años sin títulos para los trasandinos.
El alargue mantuvo la tónica de partido apretado con Chile presionando sin conseguir el gol. Argentina resistía y un error de Mascherano casi permite a Alexis desnivelar después de una tremenda corrida. Los penales serían el cierre de infarto para una final inolvidable.
Fernández, Vidal, Aranguiz y Alexis Sánchez marcaron para Chile con notable determinación. Higuaín y Banega (atajada de Bravo) fallaron para Argentina.
Chile rompe a lo grande el estigma de no tener títulos a nivel de selecciones, consagrándose ante los subcampeones del mundo, frente al mejor jugador del mundo y rompiendo la historia como nuevo campeón de América. Un justo campeón que corona con un título la generación dorada del fútbol chileno.